El dilema de la piscina intex: ¿cambiarla o quedársela?

Ella había soñado con una piscina intex por mucho tiempo. Las piscinas desmontables de la marca Intex eran seguras, económicas y perfectas para adaptarse a los pequeños espacios de su jardín.

Un día, su marido le sorprendió al regalarle las medidas de su jardín. ¿Sería posible instalar una piscina rectangular de 8×4 metros? ¡Por supuesto que sí! Corrió a la tienda de jardinería más cercana y con las medidas en mano, escogió la piscina intex de tamaño medio que siempre había deseado.

¡Por fin tendría su propia piscina! Podría nadar, sentir el agua envolvérsela y relajarse en su oasis particular. ¿Cuántos momentos felices pasaría dentro de ella con su familia y amigos?

Sin embargo, al día siguiente cuando los obreros la instalaron, la emoción inicial se transformó en algo más. ¿Era realmente suficiente para lo que había imaginado? Parecía mucho más pequeña de lo que recordaba. ¿Habría cometido un error al comprarla?

Los obreros la llenaron de agua para la prueba y el sentimiento de decepción creció. Apenas si cabían dos personas moviéndose con comodidad. ¿Se quedaría con esta piscina intex o la devolvería para escoger otra más grande?

Era una decisión difícil, pues el cambio implicaría nuevos gastos y molestias. Pero su sueño de tener una piscina maravillosa en donde reunir a la familia y amigos no podía quedarse a medias.

¿Qué harías tú si estuvieras en su lugar? ¿Te quedarías con la piscina intex que ya instalaron o la cambiarías por otra más amplia y magnífica?