Proyectaban comprar un tobogan para la piscina desde hacía tiempo. Un tobogan les permitiría disfrutar aún más las tardes refrescantes junto a la piscina.
¿De qué tamaño? Querían algo espacioso para que pudieran discurrir varios toboganes a la vez y no se sintieran agobiados. ¿ Deslizante o inflable? Las opciones eran amplias, ¿cuál sería la más divertida y segura?
¿Para niños o toda la familia? Debían pensar en los pequeños pero también en ellos mismos, querían probarlo y deslizarse juntos. La decisión no era fácil de tomar.
¿Cuánto costará? Siempre había un presupuesto que cumplir. ¿Entraría en su límite o tendrían que esperar más tiempo para ahorrar?
¿Dónde lo colocaremos? Examinaron cuidadosamente el espacio junto a la piscina, su forma y pendiente. Debía quedar perfectamente integrado al paisaje y ser seguro al instalarlo.
¡Un tobogan! Una ilusión que comenzaba a concretarse y prometía diversión para los días de verano. La búsqueda daba inicio, comparando características, precios y fotos, embelesados por la idea. ¿Será este el tobogan de nuestra piscina? Decidirían en familia el que más las representara.
