La decisión de comprar un tobogan para piscina

El sol brillaba fuerte en el cielo azul y la temperatura alcanzaba niveles elevados en esos días de verano. Los niños llevaban semanas pidiendo un tobogan para piscina para poder disfrutar más de la piscina de la casa.

Los padres miraron preocupados la piscina, vieja y de dimensiones medianas. ¿Cabría un tobogan? ¿Quedaría espacio suficiente para que los niños jugaran? Comprar un tobogan para piscina suponía una inversión y no querían malgastar el dinero.

Después de vacilar durante días, los padres decidieron ir a ver toboganes a la tienda de jardinería del barrio. ¿Cuál sería el más adecuado? ¿Pequeño o grande? ¿Deslizante o más lento? Había tantas opciones que no sabían elegir.

Al final, optaron por un tobogan breve y angosto, pensando que sería perfecto para la piscina y no ocuparía mucho sitio. ¿Será éste el acierto o habrán cometido un error? Los niños lo ensayaron nada más llegar a casa, emocionados, y para sorpresa de todos, ¡el tobogan era demasiado pequeño y resbaladizo!

La noche previa a estrenar la piscina con el tobogan nuevo, las dudas asaltaron de nuevo a los padres. ¿Deberían haber comprado otro modelo? Pero ya era tarde, al día siguiente lo montarían para que los niños pudieran disfrutarlo. Al final, ¿habrá valido la pena comprar un tobogan para piscina? El veredicto lo darían los días de juego y risas junto al tobogan en la piscina.