La lucha contra el césped

El sol brillaba con fuerza mientras el hombre empuñaba la corta césped, dispuesto a terminar con el espeso césped que cubría su jardín. Lo necesitaba apaciguado para que su perro pudiese corretear con libertad.

Hacía demasiado calor y el césped parecía multiplicarse cada día, rebosando vitalidad. ¿Cuánto tiempo podría resistir semejante vigor vegetal?

Cada pasada de la cortadora dejaba un rastro de hierba cortada a su paso. El ruido de las cuchillas devorando el césped era tranquilizante, como un canto constante. **¿Cuántas horas de trabajo serían necesarias? **

El cansancio iba acumulándose en sus músculos pero la determinación lo mantenía en pie. Sabía que el resultado final valdría la pena. Un jardín ordenado y pulcro, perfecto para los juegos de su mascota. **¿Sería capaz de terminar antes del anochecer? **

El sol comenzó a descender en el cielo, tiñéndolo todo de anaranjado. Las sombras se alargaron y el calor disminuyó. Pero la meta estaba cerca.

Con un esfuerzo final, realizó los últimos pases para dejar el césped corto y uniforme. Lo había conseguido. Un suspiro de alivio escapó de sus labios.
**¿Satisfacción o agotamiento? La recompensa de un trabajo bien hecho. **